Descripción

Este colgante de aleación de cobre, finamente tallado con motivos florales y ancestrales, es un auténtico talismán de protección. Su forma de calabaza simboliza la vida, la prosperidad y la preservación de las energías benéficas.

Diseñado para contener una pequeña preparación personal – incienso, hierbas protectoras, resina o incluso un deseo escrito en pergamino – se convierte en un medallón único y vivo, cargado con la intención que le confíes.

Muy presente en las tradiciones del Magreb y de Asia, este tipo de colgante se lleva como un discreto baluarte contra el mal de ojo y un recordatorio constante de tus fortalezas interiores.

Para llevar cerca del corazón o como amuleto de la suerte, combina elegancia artesanal y poder simbólico.

Ventajas y desventajas

• Producido de forma sostenible
• ideal para uso diario.
• Puede decolorarse con la luz solar directa.